“EI verano pasado, Leticia nos hizo llegar su publicación Perros del Diablo, la que estamos presentando hoy, aqui y ahora. Comencé a leerla con gran expectativa. Título impactante, con su principal personaje, el gato Artigas, que resultó ser Theo. AI leerlo por primera vez, nos sedujo la oposición a la realidad que vivimos en la actualidad. Para mi el mundo que vemos y sentimos está cada vez más alejado de lo que nos plantea Theo. Theo nos plantea, p. ej., que “todo lo que dice Fabi parece música, todo lo que hace es melódico y a nosotros nos encanta la vida con ella”, o “si no te gustan los animales, no es lugar para ti”, o el “aqui cada uno carga, con sus cosas”, o sea que cada uno acepta la responsabilidad de sus acciones, que no es el otro el que tiene la ‘culpa’. Para mi esto lleno de humor y de amor me dio otra perspectiva, imaginemos solo un momento el vivir en un mundo de perros y gatos, donde nosotros los humanos somos las ‘mascotas’. Pienso que esta cuestión de igualar los personajes del libro con nosotros, los humanos, es una cuestión que muestra igualdad, no equidad, muestra amistad, no amiguismo, nos hace buscar ser más humildes, el reconocer que no estamos por encima de la naturaleza, que formamos parte de ella. Así nos podríamos preguntar de dónde venimos, quienes somos y a dónde vamos Es el mirar dentro de nosotros, alrededor de nosotros y por encima de nosotros Theo se solidariza y se reconoce con Fabi. Miguel y el Gitano. Todos ellos extranjeros. Para mi, los gitanos, como los vascos, los celtas, o los bosquimanos. son un ícono de oposición al sistema, así como Fabi y Miguel que, al mudarse a Punta del Diablo, también se opusieron a lo que el sistema espera de una persona ‘normal’. También Theo y sus amigos, entre los que se encuentran Maga, Saramago y Sancho, se identifican con la oposición. Nos cuenta Artigas que ellos se consiguieron una casa grande, preguntándose para qué? Era para que migrantes universales tuvieran un lugar de llegada. Esto que nos cuenta Artigas aqui, para mi es la convicción de la solidaridad, de la fraternidad. En el mundo actual, ya no se piensa en el Artículo 1 de la Declaración de los Derechos Humanos, “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Todo esto me da esperanza y optimismo Opino que esta esperanza es, tal vez, la única alternativa que nos queda frente a un futuro que nadie quiere y en el que ya casi no se tiene confianza Aquel que sólo cree en aquello que es realizable, en aquello que sólo se ve, sonreirá condescendientemente ante esta esperanza, o la apartará cinicamente. Como dijera el Principito: “lo esencial es invisible para los ojos·. Para ir concluyendo, quisiera hacer una apología a Artigas/Theo, a sus amigos y amigas. La perra Katunga, madre de Negrito, la perra Manuela, a la que le faltaba una pata, su relación con Serge, que le salvó la vida, la gata negra Aretha, el perro Roberto, el terranova Ernesto, la perra Evita, el barbudo Belchior, su amigo perro de dos personalidades. Bruno y Truco, que es vegano, la perra de Bogo y Anita, Milonga y sus aventuras con Dona Diosa, con su gato Tango, luego su amistad con Próspero y Afrodite, con su mejor amigo, el gato Sartre, también el perro Morgan y su dueño, Galeano que, cuando murieron, las abejas invadieron su casa haciendo de ella un reducto de amor y sabiduría, o los ovejeros Pepe y Grecia, orgullosos de su delincuente hija, luego el miedoso Lavalleja, que temía que fuera abandonado, a José y Joaquín, o el perro Gervasio que ablandó a Bogo, el gato trotskista Nietzsche. Y Choco y Rubia. Ahora bien, para finalizar, pienso que los humanos buscamos esperanzas, aspiraciones, y … armonía en nuestras vidas. Considero que el libro de Leticia nos trasmite valores como respeto, decencia, humildad, modestia, tolerancia, solidaridad y … espiritualidad. Para mi, todo esto brinda optimismo y esperanza para construir un mundo armónico. Pero, sobre todo, me hace sentir empatía, el interpretar el mundo desde la perspectiva del otro, es aplicar comprensión del otro. Pienso que la empatía es, por excelencia, un valor que implica paz, calma, amor y servicio. Hagamos entonces, como dice Artigas, “tengo siete vidas y siete muertes, y con ello seguimos viviendo felices y contentos”.